Movimiento indígena enfrenta la mayor ola represiva de su historia

A los gases, detenciones arbitrarias y golpes contra los miembros del movimiento indígena se suma el congelamiento de las cuentas de sus dirigentes y el cierre de TV MICC.

Daniel Noboa tiene un nuevo enemigo al que está dispuesto a destruir de todas las formas posibles. Se trata del movimiento indígena de Ecuador, uno de los más grandes y prestigiosos del planeta.

El enfrentamiento se desató tras la eliminación del subsidio al diésel, pese a que Noboa prometió que no lo haría. Por lo que el movimiento indígena asumió la medida como una traición por lo que convocó a un paro nacional e indefinido.

Noboa, teniendo en mente los paros de octubre de 2019 y junio de 2022, respondió con una ola represiva sin precedentes en la historia reciente del país. Fiel a su línea de que es un mal enemigo.

Primero se atrincheró en Latacunga (Cotopaxi) y envió a su vicepresidenta a Otavalo (Imbabura). Dos provincias con fuerte presencia indígena con el objetivo de amedrentar.

Luego, sin que las autoridades ofrezcan explicación alguna, se congelaron las cuentas bancarias de los dirigentes indígenas, alguno de los cuales ni siquiera están en el país o ya no ejercen actualmente liderazgo.

Noboa demostró que nuevamente está dispuesto a torcer la ley y violar cuanto derecho civil exista con tal de imponer su voluntad. Queda claro, a partir de ahora, que cualquier enemigo del Presidente puede sufrir un congelamiento bancario.

Los propios dirigentes de la Conaie denuncian que la medida incluso llega a los comunicadores comunitarios que tiene la organización y que son muy hábiles en épocas de paro. Ellos, en anteriores ocasiones, lograron romper el cerco mediático y el relato de que todos los manifestantes son terroristas.

Esto de por si ya es un atentado a la libertad de expresión. Y en esa línea Noboa fue más allá este miércoles 24 de septiembre de 2025.

El Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) denunció la censura de la señala de TV MICC (canal 47 UHF). La medida fue dispuesta por Arcotel porque supuestamente la estación atenta contra la seguridad del Estado.

Por ahora este caso de censura y atentado a la libertad de expresión no ha causado ninguna reacción de organismos internacionales de defensa de periodistas, ni en Ecuador ni afuera. La otrora muy activa Relatoría de la CIDH para la libertad de expresión guarda silencio.

El conjunto de medidas represivas de Noboa se enmarca en una clara criminalización de la protesta social, lo que incluye la violación de las garantías más básicas. Paulatinamente Ecuador se adentra a un régimen fascista sin que la ciudadanía tome conciencia del peligro.

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