Se le reducen las opciones a Noboa: o eleva impuestos o elimina subsidio al gas

El presidente es víctima de su derroche económico en la campaña. Ahora enfrenta un hueco fiscal enorme que, para taparlo no solo basta con desmantelar los servicios públicos. El ajuste debe ir más allá y solo tiene dos opciones: volver a subir impuestos o eliminar el subsidio al gas.

Daniel Noboa
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa Azín.

El próximo año luce cuesta arriba para el presidente Daniel Noboa, especialmente en el plano económico. Aunque el gobierno se esfuerce en difundir logros económicos, lo cierto es que la caja fiscal está totalmente desfinanciada.

Los organismos multilaterales confiaron en Noboa y prestaron dinero para financiar sus bonos electorales, adelantos al décimo y demás dádivas.

Noboa botó la casa por la ventana en la consulta. Y ahora hay que pagar la fiesta que no terminó como él esperaba.

Lo que ha hecho Noboa, hasta ahora, es reducir el Estado a su mínima expresión. En los papeles aparece que aumenta la inversión en educación y salud. Pero eso no es real, porque la ejecución presupuestaria, a punto de terminar el año, apenas llega al 50%.

Es decir, aunque en el papel aparece un aumento de inversión social, en la práctica ocurre lo contrario. Y eso es lo que sienten los ciudadanos que van a hospitales totalmente desbastecidos.

Pero eso ya no basta. Muy pronto el Estado se quedará sin recursos para pagar sueldos y hasta para honrar la deuda contraída. El FMI y compañía exigirán resultados y el cumplimiento de la carta de intención firmada en 2024.

Con ese contexto, el margen de maniobra se le reduce a Noboa. ¿Cómo pagará los más de USD 716 millones que le debe a los gobiernos locales? ¿o el IVA a los adultos mayores?

Ante ese escenario prácticamente solo tiene dos caminos, ambos muy escabrosos. La primera vía es eliminar el subsidio al gas de uso doméstico.

Pero sabe que eso implica calentar la calle de lo que no hay remedio. Y visto lo ocurrido con la consulta, eso significará perder más apoyo en la Sierra, donde alguna vez Noboa era fuerte.

Subir el precio del gas, implica volver a la represión. Pero ¿se volverán a prestar las FF.AA. en esa aventura con un presidente derrotado y deslegitimado?

Calentar la calle implica consumir el poco capital político que le queda a Noboa. Y más aún que en mayo ya cumple el primer año de gobierno del segundo mandato, lo que permite activar mecanismos de destitución.

La segunda vía, igual de difícil, pasa por la Asamblea, donde podría enviar una reforma tributaria para elevar impuestos.

Eso pondría a prueba la mayoría legislativa que ya tiene ciertas grietas. Además, de cara a las elecciones locales de 2027, hay asambleístas que buscarán prefecturas y alcaldías.

Será difícil para ellos apoyar una votación que termine en el aumento de impuestos. Peor si pierde la votación, sería una derrota doble: perder la ley y la mayoría.

Esos son los escenarios que enfrenta Noboa. Se entiende que haya huido a Estados Unidos tras la derrota. Es que su futuro es de llorar.

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