Estudiantes, profesores y personal administrativo conformaron un Frente de defensa de la Universidad de las Artes ante la falta de envío de recursos por parte del Gobierno.

En redes sociales se populariza la etiqueta #UArtesResiste y el pasado viernes 6 de noviembre de 2020 los estudiantes de este centro de educación superior realizaron una protesta para exigir el pago del salario de sus profesores.
La universidad, fundada en diciembre de 2013, arrastra problemas desde 2018 cuando sufrió recortes a su presupuesto, el cual depende enteramente de la voluntad política del gobierno de turno.
Desde hace dos años, entre gastos corriente y de inversión, la universidad ha dejado de recibir alrededor de USD 8,5 millones.
Para evitar el despido de personal administrativo y docentes, la universidad pasó parte de su plantilla a una partida presupuestaria destinada a inversión.
Eso como una primera medida. Porque luego se acordó con los trabajadores una reducción salarial que va entre el 3% y 10%, dependiendo de la remuneración.
Pero no ha sido suficiente. Hay 79 profesores impagos por dos meses y otros 70 que no reciben su salario desde hace un mes, es decir los retrasos abarcan a 149 docentes. Además hay 31 funcionarios que tampoco reciben su salario desde hace un mes.
Sin dinero para cubrir el internet
Ana Carrillo, profesora de la UArtes desde hace 5 años, explica que para el primer grupo de docentes la situación es insostenible. “Se están endeudando para pagar servicios básicos, que tengan que endeudarse para seguir trabajando es paradójico”, explica.
Debido a ello, asegura Carrillo, hay profesores que han dejado de dar clases sincrónicas y solo cargan las actividades dirigidas a los estudiantes. “Están buscando otro trabajo, cachuelos, para resolver el día a día de las familias”, lamenta.
Esta versión la corrobora Astrid Torres, estudiante del sexto semestre de la carrera de Cine. “Hay que ser empáticos, no podemos exigir clases si están siendo precarizados”, señala.
Como medida de solidaridad, existen cursos que no se están conectando a las clases. A eso se suma la creación del Frente de defensa de la Universidad de las Artes.
“Hay una estructura de desestabilización de la UArtes. Me he sentido atacada por distintos sectores que mencionan que la universidad es un mal gasto en situación de crisis”.
Astrid Torres, estudiante de UArtes
Lo mismo opina la profesora Carrillo porque sin financiamiento la universidad no puede continuar. A eso se suma que como este es un año electoral, en 2021 la UArtes tendrá el mismo presupuesto que ya es deficitario. “Estamos en momento crítico en que la universidad está desfinanciada, no tenemos inversión en proyectos de investigación o vinculación”.
«Vergonzosas deudas de atraso»
Las autoridades de la UArtes reconocen la difícil situación. La rectora Paulina Soto indica que que el gobierno no otorgó recursos acordes al crecimiento de la cobertura estudiantil. Pero pese a ello, la universidad no ha suspendido sus servicios ni se han realizado despidos.
“Tenemos vergonzosas deudas de atraso de pagos con muchos de nuestros trabajadores y con proveedores externos del año 2019”.
Paulina Soto, rectora de la UArtes
Sin embargo, la universidad sacrificó la restauración del antiguo edificio de la cárcel de Guayaquil y suspendió viajes y desplazamientos del personal. Lo mismo ocurrió con adquisiciones de equipos y contratos con proveedores externos.
Para solucionar estos problemas, la Universidad mantiene comunicación con la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), incluso ha habido dos reuniones con el Ministerio de Economía y Finanzas sin que haya respuestas definitivas.
Pese a ello Soto duda que se quiera cerrar o privatizar la UArtes y reconoce el derecho de los 1.800 estudiantes a expresarse a través de las iniciativas del frente.
La rectora señala que las soluciones podrían llegar en diciembre cuando por primera vez la UArtes realice un proceso electoral para escoger a sus autoridades, como parte del cogobierno en el sistema de educación superior.
La elección de nuevas autoridades, incluidas la de rector, está prevista para el 5 de diciembre próximo. Ese proceso le dará autonomía a la universidad y acceso al Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico (Fopedeupo) lo cual dará autonomía a la UArtes para que ya no dependa de la voluntad política del gobierno de turno.
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