Finalmente ocurrió. Los Noboa, por medio de su abogado, tuvieron que explicar qué hacía un vehículo suyo visitando la casa del principal involucrado en el bombazo de la Bahía.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, logró romper el cerco mediático en torno al caso Porsche.
Lo hizo luego que fuera a la Asamblea a contar que un vehículo de esa marca y que está a nombre de Industrial Molinera visitara la vivienda del principal sospechoso de colocar una bomba en la Bahía de Guayaquil, en julio pasado.
Esa acción logró que los medios finalmente empezaran a tratar el tema, lo que a su vez generó una enorme presión entre la todopoderosa familia presidencial.
Así que le tocó al abogado de ellos, Fernando Yavar, salir a los medios a ofrecer explicaciones. Que sea el abogado y no un gerente de la empresa ya manda una clara señal.
Y la explicación enredó aún más el caso por lo inverosímil. Primero reconocieron que el carro es de ellos.
Según su relato el vehículo fue utilizado por una empleada de limpieza que a su vez es de confianza de ellos. Se lo prestaron a la mujer para atender una emergencia y en el camino decidió ir a su casa en la isla Trinitaria.
Justo allí vivía el sospechoso de la bomba. Se trata de una versión poco creíble porque el que conoce como funcionan las oligarquías guayaquileñas sabe que no son muy prestas a entregar sus vehículos de alta gama.
Primero dijeron que era una empleada de limpieza. Cuando se les preguntó como así le entregan un Porsche a una empleada de limpieza para que vaya a la Trinitaria, cambiaron la versión. Que era una empleada de confianza.
Lo cierto es que es un relato acompañado sin ninguna prueba. No hay constancia de que la mujer trabaje para los Noboa. La gente y la prensa hace cada vez más preguntas.
Yavar lejos de calmar las aguas las agitó. Pero esto, que por fin hayan salido a dar explicaciones es un logro del alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez.
Él sabía que si el escándalo no salta a los medios, los Noboa no se darían por aludidos. Por eso viajó a Quito para comparecer ante la Comisión de Garantías Constitucionales de la Asamblea.
Visto lo ocurrido aquella jugada política funcionó. Y como él mismo dijo, ahora, cada vez que estalle una bomba en la ciudad, las miradas se posarán en los Noboa.
Y eso es fundamental porque sirve para empezar a desbaratar ese relato vacío y falso de que Noboa está luchando contra la delincuencia. Las cifras lo demuestran y el relato también.
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