Cuando la información está a un clic de distancia, el discurso único se fortalece y las disidencias se castigan. Frente a la sombra de la censura y del odio queremos difundir la otra mirada.
El surgimiento de omicron evidencia las desigualdades mundiales. Mientras el Norte acapara vacunas e inyecta la tercera dosis a sus ciudadanos, en África las inmunizaciones no llegan.
Un sudafricano se somete a una prueba PCR del Covid-19 el pasado 30 de noviembre de 2021.
La pandemia es sin duda la crisis de los millennial, una generación que por años se acostumbró a la bonanza y a las posibilidades de alcanzar cosas materiales o hacer viajes. Son ventajas que para sus padres eran impensables.
Durante un evento por el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Primera Dama ofreció un discurso en el que traspasa la responsabilidad de las agresiones a ellas.
El secretario de Comunicación, Eduardoi Bonilla; la primera dama María Lourdes Alcívar; el Presidente Guillermo Lasso y la secretaria de Derechos Humanos, Bernarda Ordóñez, durante el acto por el Día de la Eliminación contra la Violencia contra la Mujer este 25 de noviembre de 2021.
El evento del Gobierno por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer llevaba el eslogan “de la indignación a la acción”. Sin embargo, indignación fue justamente lo que provocó el régimen.
Esta semana el Gobierno se vanaglorió por el aumento de la Reserva Internacional mientras aumentan los testimonios de pacientes que no reciben atención médica adecuada en hospitales públicos.
El colegio Patria Ecuatoriana en el suburbio de Guayaquil el pasado 15 de agosto de 2021.
María Castro, una anciana de 80 años, acudió la semana pasada al centro de salud más cercano de su casa, ubicado en Mapasingue, en Guayaquil. Quería vacunarse, como todos los años, contra la gripe estacional.
El personal médico le dijo que no había problema pero que vaya a la farmacia de al frente a comprar la jeringa para la inyección porque allí no tenían.
La escena es parte del drama que se vive en los hospitales y centros de salud del Gobierno o del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
En redes sociales los lamentos ya no solo son por la falta de medicina, sino por los insumos más indispensables para el funcionamiento de cualquier instalación médica como catéteres, inyecciones o hasta gasas.
La Fundación de Pacientes con Inmunodeficiencia del Ecuador solicitan a las autoridades del IESS la adquisición de inmunoglobulina para el tratamiento urgente a sus pacientes. pic.twitter.com/JJKIKeaH4O
¿Qué es lo que ocurre en el Ministerio de Salud Pública e IESS que han dejado de garantizar uno de los derechos más básicos de la ciudadanía como lo es la salud?
Desde el oficialismo se podrá argumentar que el país vive una crisis económica y que no hay fondos.
«Éxito económico»
Pero mientras los reclamos ciudadanos se replican en redes, el Gobierno celebró esta misma semana que las reservas internacionales han alcanzado un récord.
La misma nota indica que el aumento se debe a la política comercial del Gobierno “acompañada por el esfuerzo de los sectores productivos” y el incremento del precio del petróleo.
Es decir que el excedente que recibe el país por el aumento del precio del barril de petróleo va a engordar la Reserva Internacional.
Este miércoles 24 de noviembre el petróleo WTI, de referencia para el ecuatoriano, se cotizaba en USD 78,13 el barril. Y el presupuesto de 2021 proyectó un precio del crudo en USD 59,8.
Las reservas internacionales funcionan como garantía para el pago de deuda externa. De esta forma se ha configurado uno de los escenarios deseados por los economistas de derecha.
Los ahorros del país aumentan mientras los más esenciales servicios básicos agonizan. Porque no solo son los hospitales los que sufren, sino que las escuelas y colegios públicos están destruidos, sin condiciones para recibir a los estudiantes ahora que se han reanudado las clases presenciales.
Desde el Gobierno se organizan mingas de maestros y padres de familia para reparar en algo los planteles. La educación y salud pública, fundamental por los sectores poblacionales más vulnerables, están en ruinas. Y no es por falta de dinero, sino por decisión política, porque plata sí hay.
Pacientes se quejan de que en los hospitales públicos ni siquiera hay catéteres para colocar una vía intravenosa, pacientes que viven con VIH no acceden a sus medicinas y personal sanitario es despedido.
Una sala de cuidados intensivos en el hospital Vicente Corral Moscoso de Cuenca.
El neoliberalismo que arremete en Ecuador se ceba contra la salud pública del país. Lenín Moreno repartió hospitales, la pandemia evidenció la corrupción y Guillermo Lasso pone la estocada final.
La nueva ministra de salud, Ximena Garzón, dijo que si no cumplían con los 9 millones de inmunizados no era por falta de un plan, sino porque no habían vacunas contra el Covid-19.
La nueva ministra de Salud, Ximena Garzón, en el aeropuerto de Quito el pasado 29 de mayo cuando llegaron 800.000 dosis de Sinovac.
Una de las promesas estrella del presidente Guillermo Lasso fue la vacunación contra el Covid-19. En campaña, el entonces candidato prometió vacunar a 9 millones de ecuatorianos en los primeros 100 días de su gestión.
En menos de 24 horas la banca ejerció el poder en tres hechos diferentes: el hijo del presidente electo se une a Asobanca, el dirigente de Asobanca se convierte en ministro del gobierno entrante y los Isaías fueron declarados inocentes.
El presidente electo, Guillermo Lasso, el pasado 20 de mayo de 2021 cuando recibió las credenciales de haber ganado las elecciones.
En 1999 Ecuador sufrió el mayor trauma desde el protocolo de Río de Janeiro de 1941. Un gobierno conformado por figuras provenientes de la banca congeló los ahorros de los ciudadanos por un año.
Durante ese lapso se impuso la dolarización así que cuando se devolvió el dinero este prácticamente desapareció porque los ahorros estaban en sucres. Por ese antecedente es que se decía que un banquero jamás podría ser presidente de Ecuador.
Finalmente eso ocurrió y uno de los banqueros más poderoso del país ganó las elecciones. Supuestamente Guillermo Lasso es diferente porque su banco sobrevivió la crisis, aunque participó en el gobierno que desfalcó a los ecuatorianos.
A partir del 99 se trató de poner límites a la banca: tienen que garantizar un gran porcentaje de los depósitos y supuestamente no podían tener medios de comunicación. Y como lo último nunca se cumplió ahora otra vez la banca se apresta a tomar el poder político del país. Tres hechos así lo demuestran.
Guillermo Lasso Jr. se una Asobanca
Con bombos y platillos Guillermo Enrique Lasso, hijo del presidente electo, anunció que ahora formará parte de la directiva de la Asociación de Bancos (Asobanca).
El día de ayer me he sumado al directorio de la @asobancos. Agradezco la confianza que han tenido en mi y ratifico mi compromiso de trabajar por una banca técnica, solida y con un claro enfoque en sus clientes.
— Guillermo Lasso Alcivar (@GuillermoLassoA) May 19, 2021
Guillermo Enrique Lasso está a cargo del Banco Guayaquil de manera oficial desde que su padre saltó formalmente a la política.
Asobanca es básicamente un lobby o cartel. El gremio vela por los intereses de los banqueros.
Padre e hijo mezclan todo: intereses de la banca y el control de la Función Ejecutiva del país. En cualquier otra nación semejante situación sería imposible de darse.
Cuando la banca tenga algún interés específico, el hijo solo deberá conversar con el padre y listo. Y cierto si a la banca le bien y gana más dinero, los Lasso Alcívar también.
De Asobanca al Ministerio de Producción
Hasta hace unos días Julio José Prado era director ejecutivo de Asobanca. Ese cargo lo dejó ayer porque será el nuevo ministro de Producción, Inversión, Comercio Exterior y Pesca.
Gracias Presidente @LassoGuillermo, trabajaremos por la reactivación productiva y generar oportunidades de crecimiento sostenible para todos los sectores. Mi compromiso es con los ecuatorianos y el desarrollo nacional. ¡Vamos por más Ecuador en el mundo! #ElEcuadorDelEncuentro 🇪🇨
La ironía no podía ser más grande. Supuestamente la banca tiene el rol social de ofrecer crédito para impulsar la producción.
Por supuesto eso no ocurre en Ecuador. En este país la banca solo ofrece préstamos de consumo (tarjetas de crédito) de manera indiscriminada porque ese es el crédito más rentable.
Del lobby que impulsa esa práctica sale el hombre que dirigirá el comercio exterior y la producción.
Lo que pasó fue así: Guillermo Lasso Jr. entra a Asobanca y Julio José Prado entra al gobierno. Las relaciones entre banca y poder político ahora son carnales.
Isaías inocentes
Uno de los banqueros más famosos surgidos de la crisis del 99 fueron los hermanos William y Roberto Isaías Dassum, otrora dueños del antiguo Filanbanco.
Filanbanco llegó a ser el segundo banco del país y dueño de un poderoso conglomerado empresarial que contaba con tres medios de comunicación.
Los Isaías, antes de fugarse del país, entregaron el banco al Estado. No se pudo hacer nada y en cuestión de meses Filanbanco cerró.
Desde allí empezó un juicio interminable hasta que la jueza Daniela Camacho (la misma que declaró culpable a Rafael Correa) declaró inocentes a los Isaías.
La sentencia asegura que no habrá devolución de bienes ni indemnizaciones. Pero el fallo es un hito de la impunidad y un golpe demoledor a quienes perdieron los ahorros de su vida.
Los Isaías por cierto son prósperos empresarios en Estados Unidos, donde hasta donan dinero a campañas de senadores. Incluso montaron un canal de televisión en alianza con CNN, aunque la estación ya cerró.
La última corte que intentó declarar inocente a los Isaías fue la PichiCorte. Eso llevó a Lucio Gutiérrez a disolver aquella corte ante un inminente estallido social. Eran otros tiempos, en cambio hoy, son los tiempos de la banca, nuevamente.