Moreno visitó el «puente a la nada» en la frontera con Colombia

El presidente Lenín Moreno ahora dice que el puente sobre el río Mataje es positivo, luego de afirmar que servía para el narcotráfico.

Lenín Moreno
Los presidentes de Ecuador, Lenín Moreno y de Colombia, Iván Duque, ese 10 de enero de 2021 durante su visita al puente sobre el río Mataje.

Antes de la pandemia y de octubre Lenín Moreno tuvo la crisis de la frontera norte. En marzo de 2018 el presidente de Ecuador vivía una de las peores crisis de su mandato con el secuestro y posterior asesinato del equipo periodístico de diario El Comercio.

Aquella ocasión es la muestra máxima de la estrategia política que ha usado a lo largo de su mandato y que se resume en “la culpa es de Rafael Correa”. Cada vez que una crisis le sobrepasaba, Moreno tiraba de ella gracias a sus amigos en los medios de comunicación que disfrutan cualquier oportunidad para expresar su odio al expresidente.

La crisis de la frontera norte evidenció la falta de liderazgo del presidente de Ecuador y las contradicciones de sus ministros. Entonces, cuando las ruedas de prensa se convertían en constantes reclamos airados, Moreno acudió al “la culpa es de Correa”.

Como había tanto indignación casa adentro, Moreno llamó a periodistas extranjeros. Trajo a la estrella de CNN en español, Fernando del Rincón para que lo entrevistara en Carondelet. Y ahí, en la mitad del diálogo, el presidente hizo lo suyo, dijo “la culpa es de Correa”.

Mostró una foto aérea del puente que cruza sobre el río Mataje y comunica con Colombia. De un lado está Esmeraldas y del otro el viaducto efectivamente terminaba en media selva colombiana. Entonces Moreno aseguró que esa obra se construyó en el gobierno de Correa para darle facilidades a los grupos de narcotraficantes.

¡Bingo! Del Rincón se comió el cuento y de la noche a la mañana todos los medios en Ecuador dejaron de hablar de la crisis en la frontera norte para dedicarse al anterior gobierno y cómo este tuvo una supuesta cercanía con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). No importaba que Moreno haya sido vicepresidente 6 de los 10 años que gobernó Correa porque eso jamás se decía.

Finalmente la crisis se apagó. Los medios jamás informaron que el puente era un compromiso entre Ecuador y Colombia para aumentar el comercio bilateral, desarrollar la frontera y darle una alternativa a sus habitantes. Hasta el entonces presidente colombiano, Juan Manuel Santos, lo expresó así pero la rectificación nunca llegó.

Como no hay mentira que dure 100 años, ahora, casi al final de su mandato a Moreno le tocó visitar ese mismo puente. En la obra, junto a su homólogo colombiano, Iván Duque, habló maravillas de la obra.

Este domingo Duque expresó justamente los objetivos del puente: fomentar el intercambio comercial de la frontera norte, darle alternativa a los agricultores que tienen como forma de vida el cultivo de la hoja de coca.

Así finalmente se cayó la mentira. Pero en un gesto de cinismo único Moreno no solo guarda silencio sino que se reafirmó en lo que aseguró en 2018.

En un tuit insiste en que el puente sirvió para el narcotráfico e insinúa que gracias a sus gestiones el gobierno colombiano hizo una carretera de su lado.

Mentira tras mentira porque ese era el acuerdo desde muchos años atrás solo que Colombia estaba atrasada en los tiempos, como el propio Duque lo confesó.

A pocos meses de entregar el poder, ya todo el país sabe quién es Moreno. Su credibilidad no supera ni el 10%, nadie cree en su palabra por más tuit que publique. Lo sorprendente es que insista en la mentira, talvez porque sabe que sus amigos de los medios aún lo acompañan; son los únicos que le quedan. (O)

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