La mayoría legislativa que designó a Guadalupe Llori como presidenta de la Asamblea no logra ponerse de acuerdo para conformar las comisiones especializadas.

El único acuerdo que había al interior de la Asamblea era desbancar al correísmo. Luego de eso no hay nada más.
Así lo evidencia la incapacidad de la mayoría legislativa para designar al secretario y prosecretario de la Asamblea, además de la crucial conformación de las comisiones especializadas.
La mayoría que designó a Guadalupe Llori como presidenta del Parlamento no ha vuelto a funcionar. Los mismos asambleístas reconocen la falta de acuerdo.
Por ello la sesión inaugural de la Asamblea, que se inició el pasado 14 de mayo, aún no concluye. En esa reunión se debían elegir al presidente, los dos vicepresidentes, vocales del Consejo de Administración Legislativa (CAL), secretario, prosecretario y conformar las comisiones especializadas.
Las tres últimas designaciones no han podido realizarse porque no se alcanzan los 70 votos. Los legisladores se dividen en comisiones especializadas permanentes, las cuales elaboran leyes dependiendo de su temática. Son organismos claves en el quehacer legislativo.
Frente a la parálisis, el asambleísta socialcristiano, Henry Kronfle, pidió a la presidenta Llori que permita presentar mociones en las que se propongan la conformación de las comisiones especializadas.
Es que Llori convoca sesiones y al ver que no hay votos suficientes suspende inmediatamente la sesión, sin la intervención de los asambleístas.
Lo que le espera a Guillermo Lasso
Según lo revelado recientemente por Rafael Correa y Jaime Nebot, el fracasado acuerdo entre UNES, PSC y CREO incluía la distribución de las comisiones.
Pero como el presidente electo Guillermo Lasso tumbó el acuerdo por presión de la derecha mediática, tocó iniciar las negociaciones desde cero, a partir del pasado 15 de mayo.
Para hoy, a las 10:00, está convocada otra vez la Asamblea. Es que este será el escenario que enfrente Guillermo Lasso cada vez que quiera impulsar una ley. Negociaciones tortuosas que para que terminen en buen puerto será necesario pagar un alto precio.
Ese fue el camino que escogió el presidente electo: renunció a un acuerdo ya hecho, por iniciar uno nuevo a última hora, mucho más difícil de alcanzar. Todo por contentar a la derecha mediática. El mismo presidente electo escogió su destino: convertirse en un «Lenín Moreno» de manera anticipadísima.
A eso se suman los intereses opuestos de los movimientos que conforman la nueva mayoría. El oficialismo busca las comisiones económicas y políticas que le permitan impulsar sus reformas, la ID también porque eso les permite a sus cuadros destacar y Pachakutik quiere una mesa especial sobre petróleo y minería.
Lo único que une a la nueva mayoría es el odio a Rafael Correa. Una vez que esta carta sale de escena el desacuerdo reina.
Muy buen post, muy recomendable! Saludos.