Show mediático para recibir 8.000 vacunas contra el Covid-19

La llegada de la vacuna deja en evidencia la crisis del periodismo ecuatoriano. Ya no hay cuestionamientos ni agendas propia, solo oficialidad y propaganda.

Funcionarios del gobierno ecuatoriano durante la llegada de las 8.000 vacunas de Pfizer al aeropuerto de Quito este 20 de enero de 2021.

Arcos de agua, cadenas nacionales, gestos de victoria, transmisiones en vivo, adjetivos grandilocuentes. Esa fue la tónica del show mediático que se montó para recibir las 8.000 vacunas contra el Covid-19 que la empresa Pfizer envió a Ecuador.

Como son dos dosis, con este lote se podrá inmunizar a 4.000 personas. De las 8.000 que llegaron, 6.000 se quedaron en Quito y las otras 2.000 fueron a Guayaquil, aunque la carga para la foto siempre fue igual. Es que había que seguir con el espectáculo.

Para un gobierno deseoso de buenas noticias y medios que lo sostienen contra toda lógica esta fue la ocasión perfecta para una vez más tomar el pelo a las audiencias.

Así en Quito estuvo la vicepresidenta María Alejandra Muñoz diciendo que llega la luz. En Guayaquil, en cambio, al aeropuerto acudió el mismísimo presidente Lenín Moreno.

Y como la pandemia es lo que menos importa sino el show, una aglomeración de periodistas y ministros recibió a las vacunas.

Pero Moreno quería los reflectores: dijo que estaba en Guayaquil, la ciudad más asolada por la pandemia para traer esperanza. Mientras los medios profundizan aún más la crisis del periodismo ecuatoriano.

Prácticamente todo el espectro mediático ha sido reducido a prensa oficial. No hay cuestionamientos, solo parlantes amplificadores de la propaganda.

Muñoz llegó a decir que Ecuador es el segundo país de Sudamérica al que llega la vacuna de Pfizer. Pero Argentina y Chile están vacunando desde diciembre.

Mientras que el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, que se caracteriza por sus declaraciones salidas de tono o simplemente falsas, aseguraba que entre octubre y septiembre el 60% de la población ecuatoriana estará inmunizada. Para él fue muy sencillo afirmar eso puesto que no estará en el cargo en esos meses.

Como un homenaje a la mentira: daba esas declaraciones rodeadas de un tumulto de periodistas.

Las 86.000 vacunas prometidas terminarán de llegar supuestamente a finales de febrero. De allí habrá que esperar hasta finales de marzo para otra remesa.

Hoy el show continuará con los primeros vacunados en Guayaquil. Mientras los periodistas se amontonan para conseguir la mejor foto del momento justo de la inyección, los hospitales siguen abarrotados y la gente cada vez usa menos la mascarilla.

¿Y las pruebas para detectar el virus? Zevallos dijo que ellos no creen en eso de pruebas masivas, sino selectivas contradiciendo todo principio epidemiológico de que hay que aislar al virus. Porque el manejo de la pandemia en Ecuador desde el poder es un asunto de fe, no de ciencia.

En ciudades como Guayaquil, el MSP cada vez hace menos PCR creando un enorme un subregistro. Y como las cifras son minúsculas, la población no comprende el peligroso escenario al que se está adentrando porque en este país una segunda ola tendría características apocalípticas debido a la destrucción de la economía.

Estos días servirán para en el futuro evidenciar de manera muy clara la abyecta relación Gobierno de Lenín Moreno y medios con la consiguiente crisis del periodismo ecuatoriano. Ya no hay agendas propias, sino solo oficialidad. No hay cuestionamientos, solo complicidad.

Porque mientras el gobierno celebra la llegada de las vacunas, las muertes siguen en aumento en Guayaquil. Hay familias enteras contagiadas con escenas muy parecidas a las de marzo y abril de 2020.   Pero lo peor, lo más repugnante es que este show se hace sobre la tumba de 40.000 personas que han muerto en el país por la maldita pandemia y la indolencia de las autoridades. (O)

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