Candidatura de Guillermo Lasso hace agua por todos lados

La irrupción de Álvaro Noboa y un discurso que la ciudadanía percibe como falso caricaturizan al que debía ser el abanderado de la derecha ecuatoriana.

Guillermo Lasso
Guillermo Lasso durante una visita a Quito el pasado 27 de octubre de 2020.

En su tercera candidatura presidencial Guillermo Lasso está a punto de convertirse en un meme, como le sucede a Álvaro Noboa.

Cada vez que lo rodea una multitud, en algún acto proselitista, Lasso se esfuerza en parecer uno más. En Quito dijo que era el candidato del pueblo y que se iba a reunir con empresarios para ver si obtenía algún voto de ellos.

En una radio de Guayaquil aseguró que él tenía “huevos”, en un discurso que lo acerca muchísimo al Abdalá Bucaram de 1996. En esta misma ciudad, en el que fue el primer acto de campaña conjunto con Jaime Nebot, el exbanquero repitió dos frases que generan la burla en las redes sociales: “ya que chucha” y la de “tomarse una cervecita”.

Lo hizo ante un Jaime Nebot impávido. Si no hubiera sido por la mascarilla que llevaba, su rostro hubiera dicho lo que su mirada transmitía: absoluta seriedad, como cuando a alguien le cuentan un chiste malo.

El desesperado deseo de Lasso de ser presidente, incluso contra su salud porque es evidente que el exbanquero apenas puede caminar, lo llevan a la exageración. A tratar de presentar una imagen de político cercano al pueblo, para despojarse de esa imagen de multimillonario, algo que siempre dijo le enorgullece.

Por eso el discurso de la cervecita y el “ya que chucha” es causa de mofa en redes sociales. Lejos de parecer presidenciable, Lasso se hunde cada vez más y eso lo dicen las encuestas que él no financia.

No contento con eso se recurre a lo peor de la política ecuatoriana: hacer regalos a la multitud, como lo hacía justamente Álvaro Noboa cuando entregaba sillas de ruedas o Polo Baquerizo en sus especiales por el día de las madres.

Pero no es solo la mala asesoría del discurso: el entorno tampoco le favorece. Las candidaturas de Yaku Pérez e Isidro Romero amenazan su segundo lugar y un eventual pase al balotaje, lo cual sería un fracaso de proporciones descomunales para su proyecto político.

Ahora se suma la irrupción de Álvaro Noboa como candidato presidencial. Si eso continúa la papeleta de 2021 tendrá tres empresarios millonarios: Lasso, Romero y el propio Noboa que apuestan al mismo electorado, sin opciones de crecer.

Ayuda de Nebot

Guillermo Lasso y Jaime Nebot durante un recorrido el pasado 7 de noviembre de 2020 por Guayaquil.

Por eso Lasso ahora recurre, de manera torpe a Jaime Nebot, para tratar de obtener su fuerza política en Guayaquil.

Lo hizo en el mitin que el mismo municipio de la ciudad disolvió el pasado viernes y lo repitió el sábado en un camión donde estaban Lasso y el exalcalde.

El problema es que la alianza con el Partido Social Cristiano (PSC) no le significó mucho a Lasso en términos de subir en las encuestas.

Todo esto sin contar que los ecuatorianos son reacios a votar por millonarios, como el propio Noboa lo ha experimentado en cinco ocasiones. Y que Lasso sufre mucho por el respaldo que le entregó a Lenín Moreno y que sirvió para el posterior reparto de los hospitales.

Malos asesores, la suma de errores políticos y un contexto poco favorable pareciera que ponen a Lasso en el mismo camino de Donald Trump, hacia un fracaso estrepitoso. (O)

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